Los jóvenes de 20 a 29 años encabezan la lista de delincuentes y así mismo encabezan la lista de personas Víctimas de Delitos Violentos.
Según los datos del portal de la CDE 177,677 jóvenes de entre 20 a 29 años de edad fueron detenidos y 184,482 fueron victimas de Delitos Violentos. En 2020, hubo 538,203 incidentes de delitos violentos y 640,836 delitos denunciados en los Estados Unidos por 9,991 agencias de aplicación de la ley que enviaron datos del Sistema Nacional de Informes Basados en Incidentes (NIBRS) y cubren el 53% de la población total.
En los últimos años, ha habido una disminución prometedora en las tasas de delincuencia juvenil. Sin embargo, todavía queda trabajo por hacer en el ámbito de la reforma de la justicia de menores. Si bien las tasas de criminalidad pueden haber caído desde su pico en la década de 1990, aún persisten otros factores.
Para comprender completamente la prevalencia del crimen y la delincuencia juvenil, debemos mirar más allá de los números y observar la miríada de factores que contribuyen a la delincuencia juvenil. Además, también debemos comprender qué conduce a la reincidencia.
A principios de la década de 1990, el aumento de las tasas de delincuencia a nivel nacional provocó un cambio en la opinión del público en general sobre las personas que cometían los delitos. Delincuentes juveniles en particular fueron representados como "superdepredadores viciosos", alimentando la percepción de los jóvenes como cada vez más impredecibles, y del sistema penal juvenil como inadecuado.
Esta idea condujo a un gran cambio en el enfoque de la prevención y el castigo del delito tanto a nivel estatal como federal. La reacción de los legisladores fue en gran medida rápida y severa. Muchos estados aprobaron leyes que cambiaron el enfoque del delincuente juvenil con castigos más punitivos que a los de rehabilitación. Esas leyes a menudo incluían medidas que reducían la edad en la que los menores podían ser procesados como adultos, así como ampliaban los delitos que eran aplicables para su transferencia al sistema de adultos.
Los delitos juveniles más cometidos
Los delitos cometidos con más frecuencia por los jóvenes suelen ser delitos menores no violentos. El más común es el hurto-hurto, que mostró una tasa de arrestos de 401,3 por cada 100.000 jóvenes en 2016. El segundo más común es el asalto simple, con una tasa de arrestos de 382,3 por cada 100.000 jóvenes. En tercer lugar, se encuentran las infracciones por abuso de drogas, con 295,6 arrestos por cada 100.000 jóvenes. El cuarto más común es la conducta desordenada, con una tasa de arrestos de 195,5 por cada 100.000 jóvenes. En quinto lugar, se encuentran los delitos relacionados con el alcohol, que incluyen conducir bajo los efectos del alcohol, violaciones de la ley de bebidas alcohólicas y embriaguez, que se combinan en una tasa de 143,9 arrestos por cada 100.000 jóvenes.
Fuentes: